Reseña: No escribía desde la muerte de mi padre
Daniel Riera es periodista, escritor, poeta, cronista, argentino, ventrílocuo, granate (hincha de Lanús), rojo (hincha de Independiente), editor de la revista Barcelona, creador de los Anti-Libros, profesor de la Anti-Clase y, desde ahora, una nueva firma de Lolita Editores. Daniel, ilustre vecino de Banfield con más de ocho libros publicados en la Argentina, ha decidido debutar fuera de su país de la mano de Lolita. Y con un libro especial, Vas a extrañarlo, porque es justo, donde le hace un justo homenaje a su padre.
¿Cómo nace la idea de escribir Vas a extrañarlo, porque es justo?
Estaba escribiendo una novela, que de pronto quedó paralizada. No iba para atrás ni para adelante. Me pregunté: “A ver, ¿por qué hasta hace un tiempo escribía de manera regular y metódica, y ahora no me sale una sola línea?”. La razón del bloqueo era obvia: no escribía desde la muerte de mi padre. Decidí enfrentarme al asunto, escribir sobre la cuestión que provocaba el bloqueo, a ver si de ese modo se terminaba. Y salió Vas a extrañarlo…, mi primer libro razonable.
La primera edición de este libro es de 2002, con la experiencia de la muerte de tu padre muy cerca. ¿Cómo ves el libro ahora, en la distancia? ¿Cambió mucho con respecto a la nueva edición?
Quise respetar el espíritu del libro, no quise cambiarle demasiadas cosas ni alterar el estilo original. Pancho me pidió cambiar un par de palabras argentinas que quizá podían dejar afuera a un lector chileno. Le dije que sí. Por lo demás, lo único que hice fue emprolijar algunas torpezas de redacción y precisar un dato específico: un empleado de la editorial de mi padre fue desaparecido durante la dictadura militar. En la edición original estaba mencionado el hecho. En esta ocasión, precisé su nombre completo, las circunstancias en que lo desaparecieron, lo que se sabe al respecto.
¿En qué libro estás trabajando ahora?
Estoy escribiendo un libro sobre ventrílocuos, para lo cual estoy, por cierto, entrevistando a ventrílocuos, y haciendo mis propios shows de ventriloquia, porque no hay que olvidarse de que yo mismo soy ventrílocuo (somos Paco y Oliverio… ¡y Leticia!) .
Lolita Editores
