Reseña: Hacer sentir la condición de local
Francisco Mouat es columnista de la revista Sábado desde 2003 y comentarista de radio ADN. Patricio Hidalgo es abogado y escritor, autor de Acto de fe. Guillo tiene estudios de cine y arquitectura, y es uno de los mejores humoristas gráficos de Chile.
¿Cómo surgió la idea de llevar a cabo un proyecto editorial como un diccionario del fútbol?
El capitán de este plantel es Pancho Mouat. Él contactó a Guillo y a mí para concretar un proyecto que rondaba en su cabeza hace casi una década. Durante el año pasado y este se desarrolló la etapa de trabajo más intensa, y establecimos una amistad que involucra nuestras familias y nuestro futuro. No sé si Pancho se imaginaba un libro con más de dos mil entradas y con cientos de dibujos. Supongo que la desmesura fue parte de la sinergia en la que nos vimos envueltos al encender el fuego sagrado del deporte rey.
El libro tiene más de 400 páginas, ¿cómo lo hicieron para recolectar tantos y tan diversos conceptos relacionados al balonpié?
Nunca existió entre nosotros una carta gantt o un plan de trabajo establecido. La velocidad de las cosas tomó el timón del proyecto, y fuimos trabajando alineados en el vértigo de la palabra siguiente. Es seguro que quedaron decenas de definiciones y conceptos fuera, y es desafío nuestro y de los lectores ir acortando esa brecha. En lo concreto, la ayuda más importante fue la memoria de tardes escuchando partidos por la radio, y lunes en la espera de la llegada de la página de deportes del diario. Como tantas veces, el material principal es la infancia.
Los dibujos de Guillo, fuera de relacionarse muy bien con el contenido del libro, hacen que la lectura de éste sea muy amena. ¿Podríamos decir que este diccionario ilustrado le devuelve al fútbol lo que siempre fue: simplemente un juego?
Ojalá fuera así, a eso aspiramos. Somos opositores militantes al fútbol empresa y defensores acérrimos del espíritu amateur y la pichanga de barrio. El aporte de Guillo es incalculable, y no sólo por lo ameno. Su punto de vista es desafiante, brioso, valiente e inocente a la vez. Sin sus dibujos este diccionario sería algo muy inferior a lo que es. Lo curioso de esa relación simbiótica entre dibujo y concepto es que se da desde la libertad creativa más radical. Nunca le sugerimos a Guillo más que el sonido de la palabra, y él casi siempre llevó las cosas mucho más lejos.
Sí tuvieran que tomar un concepto de este diccionario, ¿cuál elegirían y por qué?
“Hacer sentir la condición de local” resume mucho de la desmesura y alegría de este proyecto. Es la entrada con más acepciones (18), con más humor delirante y viene acompañada de un dibujo preciso, notable. Es una idea futbolera muy cándida y extendida: que en nuestra casa no nos falten el respeto, que vayan calculando con la chichita que se están curando, que no somos de cartón y que somos un equipo de hombres, no de nombres. Resume también la comunión entre hincha y equipo.
Esta obra se editó anteriormente en un formato completamente distinto. ¿Cuál es el plus de esta edición del Diccionario ilustrado del fútbol publicado por Lolita Editores?
Una primera diferencia tiene que ver con la labor editorial que el sello Lolita ha venido realizando de manera sostenida en este último tiempo. El cuidado y dedicación que ha tenido este texto es muy superior al de cualquier otro sello en el que hayamos publicado antes. En segundo lugar, esta edición fue una oportunidad para corregir y mejorar muchas definiciones, y además contiene muchos más dibujos de Guillo. Ahora es una obra con otro carácter, con más personalidad, con mucho más sentido de conjunto. Ahora podemos decir que “hay equipo”.
Lolita Editores