Persona non grata (Tajamar)

«En estas páginas hay una descripción pormenorizada de cómo se le arrebata a una ciudadanía su capacidad de actuar y de decir. Este libro detalla la construcción de los barrotes y la entrega de alpiste o agua siempre condicionada a alguna que otra pirueta desde la intelectualidad…»

Si la publicación del libro Fuera de juego de Heberto Padilla catalizó esos posicionamientos, la “novela sin ficción” de Edwards captó la instantánea del momento.

«De manera que este libro es la fotografía de un totalitarismo, pero lo que parecía solo una etapa que los cubanos terminarían por sacudirse rápidamente y reducir a los manuales de historia, terminó por convertirse en la dictadura más longeva de este hemisferio. Aún hoy, cuando el apellido Castro continúa provocando pavor en la Isla y Jorge Edwards sigue arrastrando los castigos de haber osado cuestionar el mito de la Revolución, estas páginas mantienen una inquietante vigencia.

«Porque, por sobre todas las cosas, este volumen concluye en una radiografía de la censura y del temor a la palabra que resultan inherentes a todo sistema autoritario. El estilo directo, desprovisto de florituras y casi de diario escrito con urgencia que logra Edwards en Persona non grata, se opone muy bien a toda la grandilocuencia de los discursos políticos que Castro improvisaba en las tribunas. Le responde desde los hechos a quien tanto mintió desde las consignas.

«En estas páginas hay una descripción pormenorizada de cómo se le arrebata a una ciudadanía su capacidad de actuar y de decir. Este libro detalla la construcción de los barrotes y la entrega de alpiste o agua siempre condicionada a alguna que otra pirueta desde la intelectualidad. Edwards narra justo el momento en que muchos han ubicado la muerte del espíritu revolucionario y la entronización de las cadenas, de la falta de libertad». Jorge Edwards. Tajamar.