Casa agrietada en pasaje de provincia

Este poema anuncia un momento de autonomía en el cual no sabemos si la mirada se arroja al corazón o a la silueta del pensamiento, ese pasaje que es al mismo tiempo un paisaje, una vida que se oculta en las palabras exhibidas, compleja topología que en cierto modo enseña esa casa de la infancia a contrapelo. Tal vez una mano enseña el pasadizo hacia el poema, hacia lo sublime o hacia el recuerdo cotidiano, en provincia, de un par de abuelos, en palabras del hablante:
La regularidad en el riego permite la adecuación del terreno para la temporada fértil. Los jarros atiborrados de crisantemos demandan la misma renovación periódica que el compostaje para el resurgimiento de las plantas. Hojas cantean cuando nacen, cuento las gotas que han sido necesarias para su levantamiento. Editorial Inubicalistas. Víctor Ibarra.