Es importante el asunto de las traducciones de los libros, y por supuesto de los títulos de los libros. La escritora japonesa Hiromi Kawakami escribió una novela llamada El maletín del profesor, y en español nosotros la leemos como si se llamara El cielo es azul, la tierra blanca. Dos títulos completamente diferentes para una historia bellamente narrada, en la que una exalumna, Tsukiko, se reencuentra después de mucho tiempo con su profesor de lenguaje en una taberna, y a partir de ese momento se desata entre ellos una relación que nos mantendrá conectados durante poco más de doscientas páginas.
De esta novela de Kawakami marco un diálogo entre Tsukiko, la narradora, y el maestro, su viejo profesor:
-¿Estoy soñando, maestro? -le pregunté.
-Sí, es probable. Podría ser un sueño -me respondió con aire divertido.
-¿Cuándo me despertaré?
-Quién sabe.
-Yo no quiero despertarme.
-Pero si es un sueño, tarde o temprano te despertarás.
-No quiero despertar -repetí.
-Yo tampoco -dijo él.
Entre tazas de sake, poemas japoneses, estaciones lluviosas y cerezos en flor, el maestro y Tsukiko despliegan a lo largo de esta novela cadenciosa y bella un vínculo que nos hará pensar en todos aquellos vínculos que queremos sean decisivos en nuestra vida.
Hay otro momento en este libro que quiero recordar ahora. La que habla es Tsukiko: «¿Por qué no conseguía sentirme a gusto conmigo misma si estaba acostumbrada a estar sola? Pronto me cansé de viajar sin rumbo. Como tampoco podía salir a pasear junto al río al atardecer me quedaba en casa, holgazaneando y preguntándome si mi vida estaba siendo tan agradable como creía. Divertida. Dolorosa. Agradable. Dulce. Amarga. Salada. Cosquillosa. Picante. Fría. Caliente. Tibia. ¿Qué clase de vida había llevado hasta entonces?». Tsukiko y el maestro escriben juntos una historia de amor original y difícil de olvidar. Gran novela de la escritora japonesa Hiromi Kawakami.
Por Francisco Mouat
El cielo es azul, la tierra blanca, de Hiromi Kawakami, fue publicado por Acantilado y ahora también por Alfaguara.