“La primera visión que tengo de las barrasbravas ocurrió la noche del 30 de julio de 1976 en el Estadio Nacional. Se enfrentaban River Plate y Cruzeiro en el tercer partido definitorio de la Copa Libertadores. Yo tenía siete años y me sentí muy impresionado por la barra de River, apostada a pocos metros de nuestra ubicación en la galería norte del Nacional. Lienzos, papelitos, gritos rítmicos y la jefa omnipresente: Haydée Luján Martínez, alias “la Gorda Matosas”. El apodo venía de los sesenta, cuando el defensor uruguayo de River Roberto Matosas le regaló una camiseta”.
Las Recomendaciones de Mouat: País barra brava / J.C. Guarello
