Cuando leo y releo la poesía de la polaca Wislawa Szymborska, entro y vivo en uno de los mejores mundos que se me permite conocer y habitar. En ese mundo infinito, sin fronteras, experimento una de las alegrías de mi modesta existencia: atravesar sin apuro los poemas escritos originalmente en polaco por Wislawa y traducidos al español por Gerardo Beltrán y Abel Murcia. Wislawa Szymborska me conmueve, me asombra, me sorprende, me hace reír, me invita a releerla y sabe decir como ningún otro lo medular: que nos aferramos a un no sé como a un oportuno pasamanos. Hacer justicia a Szymborska es, entre otras cosas, dejar que su voz nos habite. Y esperar a ver qué ocurre con ella dentro de nosotros.
Francisco Mouat
Me encantó este espacio. Felicitaciones. qué entretenido. Les quedó muy lindo. Y por supuesto, buscaré a Szymborska . Cariños.