Sue Hubbell, bióloga de profesión y bibliotecaria de oficio, decidió emprender un viaje hacia las montañas Ozarks, con el propósito de alejarse de la ‘falsa felicidad’ que le estaba entregando la ciudad: casa cómoda, trabajo a tiempo completo, vida familiar estable. Decidió irse con su esposo para comenzar un nuevo proyecto, en medio de la naturaleza, siguiendo en parte las ideas y sueños de Thoreau. Pero el esposo no soportó la soledad ni el silencio y se marchó. Sue Hubbell, en cambio, se mantuvo estoica y aprendió a realizarse en este espacio salvaje. A partir de esta experiencia escribe Un año en los bosques, libro en el que relata cómo fue vivir, estación tras estación, en la la rudeza y vitalidad de las montañas.
«En esas hectáreas de colinas donde ningún ser humano se ha asentado desde la desaparición de los indios osage, la vida ha establecido sus propias leyes y reglas, tejiendo una red de dependencia entre todos sus habitantes: las plantas, los insectos, las rañas, las serpientes, las aves, los mamíferos y hasta los ácaros y las bacterias. No es fácil acceder a semejante mundo. Y para Sue Hubbell supone una verdadera revolución vital. Ella, que creía saberlo todo acerca del mundo animal -merced a sus estudios-, descubre en esos acres de tierra que la naturaleza es la mejor maestra» (Prólogo de Le Clézio).
Un año en los bosques pertenece a la colección Libros Salvajes, de la editorial Errata Naturae.