«Alemania en sí no es nada, pero cada alemán es mucho por sí mismo». El periodista y abogado Sebastian Haffner utiliza este elocuente epígrafe de Goethe para abrir Historia de un alemán, libro de memorias que reúne diversos textos de quien se consideró una víctima aria del nazismo. Escritas entre 1914 y 1933, las memorias juveniles de Haffner fueron publicadas póstumamente y relatan, como anota el autor en el prólogo, el duelo entre «un Estado tremendamente poderoso, fuerte y despiadado, y un individuo particular pequeño, anónimo y desconocido». Historia de un alemán (Debate) permite comprender, desde la perspectiva de un ciudadano común -he aquí el punto más interesante de esta narración, al mostrar esa locura y violencia nacida del descontento social-, cómo se fue fraguando y consolidando el movimiento nazi.
Luciendo las mejores estrategias narrativas del «Nuevo Periodismo», Gay Talese publicó en 1964 El puente (Alfaguara, 2018), una serie de relatos basados en sus experiencias con personas que trabajaron, cooperaron y presenciaron la construcción de esta magnífica obra que conectó -gracias al acierto de la arquitectura e ingeniería modernas y como símbolo del progreso del país de los sueños- las ciudades de Brooklyn y Staten Island. En este contexto, Talese observó, desde el inicio, cada uno de los 4.176 metros de longitud que tiene el puente colgante más largo de Estados Unidos, consiguiendo un retrato fiel de la fauna que transitó en ese lugar: sujetos sorprendidos por los avances de la tecnología y vidas humanas y animales que se vieron desplazadas de su hogar por el impacto de la edificación.
Con la traducción y circulación de Tú no eres como otras madres, la alemana Angelika Schrobsdorff se dio a conocer en el medio hispanoamericano como una de las escritoras más interesantes de la literatura alemana contemporánea; sin embargo, con su primera novela, Hombres, de 1961 y coeditado por Errata Naturae y Periférica este año, la fama de la autora ya había recorrido casi toda Europa, a causa del escándalo que provocó dentro del, a veces, conservador campo cultural del viejo continente. Al igual que las clásicas novelas de formación decimonónicas, pero en un contexto de guerras masculinas y derrotas humanas, Hombres tiene como protagonista a Eveline Clausen –alter ego de Schrobsdorff, aseguran los críticos-, «una hermosa joven que alcanza su madurez entregada a la furia de vivir, sobrevivir y revivir». Eveline, que vive su juventud en pleno auge nazista, se ve envuelta en distintas relaciones amorosas con hombres que no pierden su posición de privilegio, y que abusan de los deseos casi pueriles de esta anti-heroína por desprenderse de sus miedos. Ella es consciente de esta búsqueda, y la alimenta en la misma medida en que crece su decepción frente a los hombres.
Sabemos que en la actualidad los premios literarios son tan numerosos como los autores existentes, no obstante el Goncourt aún mantiene un prestigio que nos sirve para mirar qué es lo que se está publicando en Francia, especialmente cuando las traducciones están bajo el sello Cabaret Voltaire. En 2016, Leila Slimani -de madre franco-argelina y padre marroquí- obtuvo este histórico galardón con la novela Canción dulce, en la que se narra la llegada de Louise a la vida de Myriam y Paul. Este matrimonio, donde ella se hace cargo forzosamente de los hijos mientras él se realiza en un trabajo exitoso, requieren de los servicios de una nana para que cuide a los dos niños, Mila y Adam. Aquí la importancia de Louise: es blanca, de buenos modales, afectuosa y, sobre todo, abierta a ejercer de madre sustituta. Pero las zonas oscuras de una vida relucen en los momentos menos esperados, y Louise, que arrastra una historia familiar terrible, comienza, poco a poco, a exhibir sus fragilidades del peor modo posible. De aquí en más, la historia de Myriam y Paul se transformará en un infierno.